Proceso


Este tratamiento se basa en el uso del calor como agente biocida, siendo un tratamiento de tipo físico.

El calor produce la desnaturalización de las proteínas, un proceso irreversible que modifica su estructura, haciendo que pierdan su función estructural o como enzimas, causando la muerte del insecto. Así mismo se producen en los insectos una licuefacción de las membranas celulares y una deshidratación general del cuerpo, que son incompatibles con la vida.

Este tipo de tratamientos son efectivos contra todos los estados de desarrollo de las plagas, adultos, huevos, larvas, pupas o estados en diapausa. A diferencia de los tratamientos convencionales con biocidas o gases muy tóxicos la fase más sensible es la de huevo.

El proceso comienza con la preparación de la zona a tratar, que puede ser un edificio completo, una línea de proceso de manera unitaria o incluso una sola máquina. En el primer caso hay que distribuir las mangas que conducen el aire caliente por el edificio. En el segundo hay que cubrir la línea o zona a tratar con lonas para mantener dentro la corriente de aire caliente. En ninguno de los dos casos es necesaria la hermeticidad de los cierres, las salidas del aire para favorecer las corrientes son necesarias para la distribución del calor. Los elementos sensibles son retirados o protegidos.

Una vez preparado el tratamiento éste se divide en tres fases: calentamiento, mantenimiento de la temperatura objetivo, y enfriamiento.

  • Calentamiento: es la fase más larga, dependiendo de los materiales y la masa de la zona a tratar.
  • Mantenimiento de la Temperatura objetivo: es necesario alcanzar la temperatura objetivo en el punto más frio, Tª que ha de mantenerse durante el tiempo suficiente para acabar con todos los estados de desarrollo de la plaga.
  • Enfriamiento: finalmente se detienen los calentadores y se reduce paulatinamente la temperatura, en este momento se puede reanudar el funcionamiento normal de la zona tratada, sin plazos de seguridad.

Durante todo el proceso las condiciones son seguras para las personas, por lo que no es necesario detener la actividad, ni desalojar los edificios o líneas de proceso colindantes. El cliente puede comprobar por sí mismo la evolución del tratamiento.